Marga Barros es una profesora gaditana en Atenas que aparte de las clases regulares de ELE y otras actividades, está impartiendo unos
Talleres de Cocina Gaditana en la academia donde trabaja. Como el tema me interesa y había leído muchos comentarios entusiastas y elogiosos en Facebook, me puse en contacto con ella. Marga aceptó gustosa a entrevistarse e incluso me invitó al taller de ayer día 1 de febrero de 2012, así que por una vez me despegué del ordenador y pude disfrutar de la experiencia y saborear el salmorejo y la manteca
colorá que -aparte de los chicharrones- preparó
in situ.
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Quería felicitarte, Marga, por el éxito de estos Talleres de Cocina Gaditana y me gustaría hacerte algunas preguntas... ¿Cómo surgió la idea?
- La idea no surgió en un momento dado. Me encanta el arte culinario desde pequeñita. Me gusta cocinar, me gusta crear un ambiente que permita la comunicación, la expresión, la fantasía…y la cocina atrae… Te sientes más cerca de las personas, en este caso de mis alumnos. Te sales de una docencia limitada a la lengua para entrar en sus hábitos cotidianos. Así cultivamos la lengua, los idiomas, atamos la lengua con la vida y con momentos humanos y que forman parte de nuestra vida, de nuestras raíces, de nuestras costumbres…
El año pasado lo propuse en
Abanicoy la idea fue acogida con mucho entusiasmo: echamos a andar el taller de inmediato.
- ¿Cuál es tu relación con la cocina y/o con la enseñanza de ELE?
- Desde pequeña me encantaba cocinar, y no solamente platos de mi tierra. Más tarde me atrajo la idea de experimentar y elaborar mis propios platos. Es sin duda una de mis aficiones: leo, me informo de la historia de los alimentos, de sus propiedades nutritivas y curativas, indago en recetas antiguas y nuevas. De este modo sé a ciencia cierta qué es lo que ingerimos. Para mí, el disfrute en la comida empieza desde el momento en que pienso qué voy a cocinar, en la compra en el supermercado, el mercado…y por supuesto en la cocina hasta que el platillo en cuestión llega a la mesa cuidando todo tipo de detalles.
Soy consciente de que imparto clases a adultos. Los adultos necesitan motivación. En la enseñanza-
aprendizaje existen múltiples estrategias pedagógicas, explícitas e implícitas, como sabemos los que nos dedicamos a la docencia. Se pueden transmitir conocimientos a un receptor pasivo o bien se intenta que el conocimiento sea algo que los mismos alumnos vayan descubriendo y adquiriendo. El material audiovisual es una herramienta ideal de la que echar mano. En concreto, en este taller me sirvo de estos métodos para combinar la enseñanza del español L2 con la del arte culinario.
- Supongo que hay dos maneras de acercar a la cocina a los alumnos de una L2: La 1ª sería dar un curso como los de fines específicos, centrándose en el vocabulario culinario y aspectos socioculturales a la vez que se enfatiza el uso de la lengua y otra, más práctica, centrándose en la cocina en sí y considerando el idioma simplemente como vehículo...
- Bueno, ambas maneras son válidas si se combinan convenientemente. Nuestras costumbres alimentarias son el resultado de factores geopolíticos, climatológicos, sociales, económicos y de ese proceso mediante el cual ciertos alimentos y modos de prepararlos se van arraigando a nuestra vida cotidiana para responder a las necesidades básicas humanas. La comida se transforma en elemento de vida y cultura. Por otra parte, está claro que para transmitir toda esa información la lengua es el vehículo.
El alumno adulto que quiere aprender una lengua extranjera suele conocer, buscar y requerir del profesor que dé estas dimensiones a su enseñanza. Este, a su vez, ha de proporcionárselas. Un viajero en un país extranjero quiere ver y conocer sus museos, algo de historia, comer sus platos típicos y probar sus vinos y bebidas típicas. Esto es justamente lo que intento hacer en el taller: una especie de viaje enfocado en la historia, las tradiciones, la poesía y la música a través de la gastronomía. La clase culmina con una degustación de los platos más típicos y algunos casi olvidados que incluso como turistas no tendrían la posibilidad de probar.
- ¿Qué es lo más importante en estos talleres?
- Lo más importante para mí es que conozcan y entiendan a los españoles, que vivan algunas horas como lo hace un español, que se metan en su piel. Estoy convencida de que la lengua se enseña más fácilmente aunada a la experiencia. También es importante para mí transmitirles mi amor por la lengua, la historia, la cultura, la gastronomía de este país, por Andalucía, mi tierra, el cante andaluz...
La clase se transforma en un rinconcito gaditano, en
Abanico, con todo lo necesario para soñar durante tres horas y tener el placer de poder cocinar para ellos como si estuviéramos en
Cai.
- ¿Con qué frecuencia se imparten y cómo están organizados?
- El taller comenzó el 30/11/11 y acabará el 25/4/12. El plazo de inscripción está abierto, se pueden integrar al taller incluso ahora… Las clases se imparten cada miércoles de 19:00 a 21:00 pero en realidad nunca terminan a las 21:00… Como muy pronto terminan… ¡a las 22.30! Es un taller de cocina…y el reloj lo miro solo para saber si está listo el platillo… y no para terminar la clase.
La clase la he dividido en varias partes:
TEORÍA: Origen y propiedades nutritivas de los alimentos, de la historia y el origen de los platos presentados, así como sus respectivas recetas.
HISTORIA de Cádiz y su provincia.
PRÁCTICA: Preparación de los platos y vinos calientes que hacemos en clase.
AUDIOVISUAL: Proyección en cada clase de temas relacionados con el tema de ese día, historia, fragmentos de películas, canciones, poemas, fotografías
DEGUSTACIÓN: Platos cocinados, vinos calientes o cata de vinos gaditanos.
- ¿Cuál es el perfil del alumno que asiste a los mismos?
El taller de cocina forma parte de los cursos especiales que ofrece la escuela, y como tal, va dirigido a personas que tengan un nivel avanzado de español. En vista de que la demanda era más bien abigarrada, hay asistentes al taller a partir de un B2, que sin embargo no entorpecen en absoluto el ritmo fluido de la clase. Me ha sorprendido sobremanera encontrar entre los asistentes diferentes edades, intereses e inquietudes y hasta una cocinera profesional peruana, diferencias todas ellas que la naturaleza del taller logra unificar armónicamente. Estoy convencida de que esto ocurre porque el taller no se imparte como con miras profesionales sino más bien como un estímulo para aprender y profundizar tanto en la lengua como en la gastronomía y, ¿por qué no? para llegar a casa y compartir con los seres queridos la experiencia cocinándoles los platos aprendidos y disfrutarlos juntos.
- ¿Por qué es de cocina gaditana concretamente? ¿En qué se diferencia de la cocina regional andaluza, si es que esta existe?
- Como gaditana me interesa hacer algo de mi tierra, porque soy de la isla de San Fernando y claro… cuando estás lejos ¡la patria chica tira mucho! No creo que exista una única comida andaluza, sino una fusión de todas ellas, es decir de todas las provincias. Es más, el aspecto histórico de la clase se enfoca no solo en Cádiz, sino también en Andalucía.
La gastronomía gaditana es un mosaico de culturas que han influido mucho en nuestra historia. Cádiz es una de las ciudades trimilenarias más antiguas de Occidente, fundada por los fenicios. Está llena de prehistoria e historia, han pasado por nuestras tierras fenicios, cartagineses, romanos, visigodos, árabes, el descubrimiento de América, ataques piratas… y no olvidemos que durante la Guerra de Independencia Española se redactó la primera constitución liberal española y la tercera del mundo, la Constitución Española de 1812, más conocida como La Pepa y que este año es el Bicentenario.
Pero, como ha dicho mi paisano
José Ignacio González-Santiago (igualmente gaditano, profesor de ELE -actualmente en el IC de Varsovia- y guitarrista flamenco!), el refinamiento de la cocina popular no se explica con la historia política, sino con la gran historia menor de los calderos ancestrales.
- ¿Se encuentran con facilidad en Grecia los ingredientes necesarios para las recetas que muestras?
Hasta ahora no he tenido muchos problemas. Hay ingredientes imprescindibles como los camarones, la mojana, las babetas, la morcilla, etc. son difíciles de conseguir pero el mayor problema es el vino, ya que su precio es bastante alto en Atenas.
- ¿Podrías mencionar algunos platos que hayan tenido especial éxito entre los griegos?
- Hasta ahora todos han tenido éxito y también los vinos preparados en clase. Me es difícil elegir algunos platos entre ellos…, todos son representativos para mí. Al final del taller quizás lo tenga más claro… Lo que sí te puedo decir que en siete clases hemos preparado los siguientes platos: panizas, panizas con queso, huevos de fraile con tzatziki, garbanzos con acelgas, acelgas en adobo, arroz a la marinera, castañas pilongas con habichuelas en guiso, gambas al ajillo, pulpo con piriñaca, y los siguientes dulces: pan de Cádiz, pestiños, potaje de castañas en dulce. En cuanto a bebidas, hemos degustado anís, vinos de la región (manzanilla y fino) y bebidas preparadas en clase: sangría, vino tinto caliente de Cádiz y vino blanco caliente "Marga".
La clase no se limita únicamente a la preparación de los platillos y bebidas mencionadas, sino que parte de la está enfocada a la teoría, es decir el origen y las propiedades nutritivas de los alimentos utilizados, así como el contexto sociocultural de la gastronomía gaditana y andaluza. La música, la poesía, los refranes, los villancicos, etc., con la ayuda del vídeo son herramientas que utilizo en clase paralelamente a la elaboración de cada platillo.
- Ya sabes que los libros más vendidos suelen ser los diccionarios y los de cocina... ¿Te has planteado publicar uno con una selección de las recetas presentadas en el taller?
- Es una buena idea, pero hasta ahora no me lo he planteado. De momento disfruto de ver que mis alumnos estén tan entusiasmados, de que, aparte de los sabores, el tema les atraiga tanto. Todo ello me anima a seguir adelante.
- Muchísimas gracias, Marga, y buen provecho a ti y a tus alumnos!