jueves, 19 de julio de 2007

Tres reglas de oro

Un nuevo profesor de ELE me pedía tres máximas o reglas de oro la víspera de dar clase por primera vez. Confieso que me hizo ilusión y, a la vez, me puso en un aprieto porque realmente no las tengo. Ojalá! Así que lo que hice fue más bien recordar mis comienzos y resaltar mis puntos débiles porque:

1. Creo que andaba demasiado preocupada por no hacer el ridículo.

2. Sentía que los alumnos me consideraban una enciclopedia andante.

3. Seguía un modelo tradicional de enseñanza absolutamente centrado en el profesor.

Cuando en realidad:

I. Hacer "un poco" el payaso ayuda a los alumnos a desinhibirse y a arriesgar más, algo muy saludable en una clase de L2.

II. No tenemos por qué saberlo TODO pero sí consultar y ayudarles a indagar ellos mismos.

III. Fomentar la interacción entre los propios estudiantes y su papel activo en clase es más descansado para el profesor y -lo que es más importante- más productivo para ellos.

No me atrevo a lanzar un nuevo meme, pero sí que me gustaría saber qué consejos daríais vosotros...

11 comentarios:

InterPeques dijo...

Leonor, solamente puedo añadir tres reglas de plata a tus tres reglas de oro:

1.- OBSEVA los recursos que están a tu alcance, son muchos más de los que a primera vista parece.

2.- UTILIZA los recursos que están a tu alcance poniendo especial atención en los tecnológicos, comunicativos e interactivos, favorecen nuevos modelos de aprendizaje.

3.- CREA nuevos recursos, si utilizas es recíproco crear o recrear y, sobre todo, compartir.

Pero ante todo ten sentido del HUMOR, CONSULTA tus dudas e INTERACTUA entre compañeros y alumnos como sabiamente recomienda Leonor.

Leonor Quintana dijo...

Hombre, Javier, tu contribución me honra :D

Tienes muchísima razón en enfatizar el aprovechamiento de TODOS los recursos disponibles!!!

Mª Isabel González Martínez dijo...

Estupendos consejos, Leonor, y la explicación de tu experiencia seguro que le ayuda mucho al nuevo :).

Leonor Quintana dijo...

Gracias, Maribel!
(Claro que dar consejos es más fácil que dar buen ejemplo...)

Anónimo dijo...

Un profesor "muermo" hace de su clase un "muermo". El mimetismo es algo involuntario. Hacer el payaso es algo que, como tú bien dices, hace desinhibirse a los alumnos. Esto pasa enla educación de adultos en general, cuando llegan alumnos con temores e inseguridades, pero en las clases de español aún más.

Me han gustado tus reglas de oro.

Un caluroso besote.

Amparo dijo...

Yo añadiría algunos más:

- No desesperes nunca ni te sientas fracasado si una clase no sale todo lo bien que esperabas. No siempre salimos de clase con una sonrisa de oreja a oreja pensando "me ha salido una clase de p*** madre". Está claro que cuanto más conozcamos los intereses, y ¡OJO! también las actitudes y aptitudes de nuestros alumnos, tendremos más probabilidades de hacer una clase más a su medida, y por tanto, más receptiva por su parte, pero ni todos los días tenemos el mismo ánimo ni ellos tampoco, así que no hay que fustigarse. Lo que hay que hacer, como afirma Maribel, es hacer una reflexión post-clase, algo de lo que muchas veces nos olvidamos.

- Pon 4 orejas y otros 4 ojos, para poder captar todo lo que ocurre en la clase y poder reflexionar sobre gestos, comentarios de alumnos y demás, que son siempre muy útiles.

- 100% a favor del consejo de Leonor: haz el payaso todo lo que puedas y más. Si tú eres el primero que demuestra que no existe la vergüenza, ellos se sentirán también cada vez más desinhibidos para participar en todos los juegos y actividades que propongas. ¡Fuera miedo escénico! (Ya colgué una vez en una entrada un cómic de Forges basado en una idea de Lourdes Miquel sobre qué es lo que realmente hace un profe de ELE y la tarea de actor, también nos pertenece, jeje).

- Deja claro a tus alumnos que no hay que tener miedo a la equivocación, que de los errores se aprende. Es algo a lo que tienen mucho respeto, y muchas veces no participan por esta razón.

Besos

Leonor Quintana dijo...

Amparo, por supuesto que el estudiante es el eje principal en el aprendizaje y debemos ser receptivos a sus reacciones y necesidades, hacerles ver que los errores son mucho más productivos que la falta de comunicación y no perder los ánimos si la programación de nuestras clases -como muy acertadamenete nos propone hacer Maribel- no tiene siempre los efectos esperados.

Ahora bien, ¿crees que hay un sentido del humor universal o el de los estudiantes chinos -por poner un ejemplo- sería muy diferente? ;-)

Besos.

Amparo dijo...

Creo que lo que realmente hay es un sentido del humor universal y un sentido del humor personal, particular. Siempre hay tópicos respecto al tipo de humor de cada cultura. Se dice, por poner un ejemplo, que hay un humor inglés, bastante ácido y negro, también se distingue un humor francés, más fino, un humor español, más socarrón y burlesco. Pero tampoco debemos olvidar que esto son generalizaciones, y que cada persona tiene un sentido del humor particular.

Hablando de los chinos, lo mismo. A todo le ponemos etiquetas, pero las reglas están para romperlas. Yo he tenido alumnos chinos que no solían reir muy a menudo, y otros, muchos más que los primeros, que ya llegaban a clase con una sonrisa y haciendo bromas.

María José Reina dijo...

Hola Leonor, ¡qué discusión más interesante! Me dan ganas de ponerme a redactar un post y seguir el meme.
Gracias por tus saludos y felicitaciones, no sabes cuánto se agradecen.
¡Un besazo!

Leonor Quintana dijo...

Qué bien que estés de vuelta,Mª José!

En cuanto al post..., ¿te animas?
Sería estupendo contar con tu opinión y la de tus lectores!

Anónimo dijo...

Muy interesante. Dentro de nada publicaré en Lanavajaenelojo un artículo sobre por qué suspendemos a los alumnos.

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