¿Qué es lo que capacita a una persona para enseñar su idioma?
No voy a dar aquí ninguna respuesta; voy a compartir algunas experiencias curiosas que me han servido para reflexionar bastante sobre el tema...
¿Titulación?
Cuando al llegar a Grecia quise convalidar mis estudios de Filología Inglesa, me dejaron bien claro que podía enseñar inglés, pero no español. Sólo años más tarde conseguí el permiso de enseñanza para trabajar en academias!!!
¿Experiencia?
Una alumna que había aprobado el DSE daba clases particulares y las dejó al encontrar un trabajo de telefonista. El abuelo de una de sus alumnas me llamó preguntándome si creía estar capacitada para enseñar a su nieta y me estuvo interrogando durante media hora. No volvió a llamar y todavía me pregunto por qué razón!!!
Sí que me ha servido para que me llamen de alguna academia pidiéndome que les recomiende profesores jóvenes, sin preguntarme siquiera si estoy disponible!!!
¿Ser hablante nativo?
Una señora insistía en que le diera clase, pero con acento mexicano. Tuve que explicarle que no soy muy buena haciendo imitaciones!!!
En otra ocasión me rechazaron para trabajar en el Centro de Idiomas de la U. de Atenas y contrataron a una antigua alumna mía que tenía el Diploma de Estudios Hispánicos de la UIMP!!!
¿Ser autor de materiales?
Pues, la verdad, nunca se me había presentado la ocasión hasta ahora, pero de momento me ha servido para que me consulten cuál de dos métodos -de editoriales de la competencia- usar en clase!!!
El trabajo que publicas en Internet debería ser aval suficiente, al menos eso creo yo.
ResponderEliminarNo te desanimes, yo creo que el haber publicado tiene que tener otra consecuencia distinta, y a quién te ha hecho la consulta, sácale de duda por la tercera vía. ;)
Muchas gracias, Lourdes!
ResponderEliminarNo, no si no me desanimo por eso... Son situaciones que tienen su lado cómico.
Pero sí que hay temas más generales -en todas las profesiones- que me preocupan, como la comercialización excesiva de los títulos universitarios de posgrado, el racismo por edad, el amiguismo, la precariedad de los puestos de trabajo, etc, etc.
Lo que planteas es sólo un grano de arena en el marasmo de la competitividad.
ResponderEliminarNo sé en Grecia, pero en España cunde la titulitis desde hace ya un tiempo. La enseñanza se ha convertido en un negocio. El que tiene dinero se compra un máster y el que no... (¿tiene un blog?).
Muy interesante contar con tu opinión, Lu!
ResponderEliminarEn Grecia es terrible: los padres mandan a sus hijos a carísimos colegios privados, los inscriben en academias para ayudarles con las asignaturas y pagan profesores particulares para reforzar el trabajo de las academias... Una locura!
Supongo que habrá que ahondar en lo del blog como "portfolio" electrónico...
Hola chicas:
ResponderEliminarPrecisamente el tema del intrusismo ha sido muy debatido en los foros del II CVE. Había quien pensaba que el profesor que enseña español tiene que estar en posesión de la licenciatura de Filología Hispánica.¡Fíjate! ¡Cuánto intruso!
http://congresoele.com/index.php?id=297&view=single_thread&cat_uid=5&conf_uid=7&thread_uid=65
Pero existe otra realidad: el profesor de 2ª y el alumno de 2ª.
El alumno inmigrannte es de 2ª categoría, porque puede ser atendido por profesores de primaria, independientemente de la especialidad que tengan.
Yo, por ejemplo, puedo enseñar a adultos inmigrantes en un centro de educación permanente de adultos, porque se presupone la calidad y el nivel educativo que va a alcanzar dicho alumno; en otro tipo de institución pública no podría impartir, por no tener una licenciatura filológica.
Esto me lleva a la siguiente reflexión: mis alumnos van alcanzarán, no todos, un nivel de usuario para salir a la calle y desenvolverse en su vida cotidiana; pero probablemente su competencia lingüística estará alejada de un alumno, pongamos de una escuela oficial de idiomas, en cuanto a corrección gramatical.
A veces olvidamos qué necesidades tienen nuestros alummnos y qué tipo de aprendizaje hay que adoptar en consecuencia.
Un besito.
Seguimos sin contestar a qué es lo que capacitaría idealmente a un profesor para enseñar español/LE, pero tú y yo nos completaríamos a las mil maravillas:
ResponderEliminar- tú enseñas a personas que probablemente no tienen muchos estudios en su lengua materna pero están en el país y necesitan aprender para subsistir...
- yo enseño a universitarios que, en su mayoría, ya han estudiado otras dos lenguas extranjeras y cuyo fin principal es obtener un diploma que incluir en sus C.V.!
Un abrazo.
Vaya! Leonor, me falló el bloglines y no vi esta entrada tan interesante. Es curioso lo que planteas, además comparto todos los comentarios de las compañeras.
ResponderEliminarEn fin, yo diría que lo que te capacita como profesora es un conjunto de cosas, sobre todo el amor por hacer bien el trabajo. (Yo también soy de las intrusas, si de filología hispánica estamos hablando). En fin, nada más puedo añadir a lo que se ha dicho ya ;).
Un beso
(Sólo una aclaración: muchos inmigrantes tienen estudios superiores ;)y hablan como mínimo dos lenguas).
Vaya, Maribel... Desgraciadamente, compruebo que no estoy libre de prejuicios, pero créeme que lo intento!
ResponderEliminarComo tú, no considero intrusos a lo no-licenciados en Hispánicas sino a esos que ven ocasión de sacarse unas perras gordas sin ninguna intención de formarse, informarse y tener una trayectoria profesional consecuente. Claro que tampoco es suya la culpa!
Un abrazo.