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lunes, 29 de noviembre de 2010

WaybackMachine

WaybackMachine
es un sitio que ha ido archivando más de 150.000 millones de páginas Web desde 1996; una verdadera máquina del tiempo que nos permite visitar y recuperar (algunos) sitios que creíamos desaparecidos para siempre...

Y ahora os cuento mis desventuras:

Hacia el año 2000 subí una página con esquemas de gramática, ejercicios "Hotpotatoes" y curiosidades varias utilizando "Javascript" (que di por buenas -aunque no funcionaban en Macintosh- porque no había más navegadores que el "Internet Explorer" y el ahora desaparecido "Netscape Navigator"). La dirección original era la siguiente:

Unos años después, el proveedor de Internet cerró sin previo aviso dejándonos a todos los usuarios colgados...
Con algunos archivos que conservaba en un CD y bastante paciencia, fui subiendo la página manualmente a otro servidor:

Este año -maldita crisis- decidí que no podía seguir pagando sólo por mantener "la página de Leonor" en Internet y dejé de hacerlo, pensando ingenuamente que me avisarían antes de que el sitio desapareciera por completo... (Pido sinceramente disculpas a quienes la hubieran enlazado).

Ahora ando intentando recuperar varios archivos gracias a "WaybackMachine" y, aunque no me siento con ánimos de rehacer la página, he querido compartir esta información.
Podéis comprobar que funciona y cómo funciona si escribís, por ejemplo, en el recuadro de búsqueda alguna de esas dos direcciones.

domingo, 14 de noviembre de 2010

No soy una chica ye-yé

Imagino que todos estaréis al tanto de los cambios en la ortografía del español decididos por la RAE que podéis leer en este artículo del periódico "El País".

Ciertamente no se trata de cambios que afecten la morfología ni la sintaxis del idioma, pero tampoco creo que sean todos acertados.

Que la CH y la LL dejen de considerarse letras es algo que se venía venir desde que en la década de los 90 decidieron considerarlas combinaciones de dos letras en las entradas de los diccionarios.

Que ahora se escriba "Irak" en vez de "Iraq" (¿por qué no "Irac"?) me trae sin cuidado.

Que "guion" y "truhan" hayan perdido el acento, a pesar de que yo siempre las he pronunciado como disílabas, no me preocupa tanto.

Que el adverbio "solo" ya no se acentue me deja en ridículo ante los estudiantes a los que insistía siempre en la diferencia de significado entre "sólo en casa" y "solo en casa", pero tampoco me voy a rasgar las vestiduras.

A lo que me niego es a llamar "ye" a la "i griega" -a pesar de que mis amigas cubanas o venezolanas llevasen años denominándola así- y eso por dos motivos:

Servidora es yeísta y los alumnos no se van a enterar mucho si digo que tal o cual palabra se escribe con "elle" o con "ye", pero además me niego a perder ese referente a la cultura helénica en nuestro alfabeto... Este bloguero lo explica mucho mejor de lo que yo podría hacerlo:

La y griega y la Academia

Por cierto, hay un grupo en "Facebook" llamado Me niego a que la "i griega" pase a llamarse "ye" de donde he tomado prestada la imagen de este artículo.